-¿Me podría ayudar? No sé qué hacer. Mi mujer se enfurece por todo y sin límite, vamos a acabar muy mal todos en la familia.
El Sabio fue a visitar a la esposa. Levantó el puño frente a su rostro y dijo:
-Imagina que mi mano quedara siempre de esta forma, hasta el fin de mi vida ¿que dirías?
-Que está deforme.
-¿Y que dirías si la abro y la mantuviera así por el resto de mi vida?
-Que está deforme.
-Si has comprendido esto, has comprendido como ser una buena esposa.
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